Recomendaciones en el Viejo San Juan

En días pasados, Puerto Rico ha sido noticia de portada en muchas partes del mundo. El periódico más importante de España nos regaló un editorial titulado “La Dignidad de Puerto Rico”. El pueblo se levantó y sacó a un gobernador corrupto. Pero claro, todas las luchas tienen un costo. Tener miles y miles de personas en protesta pacífica en las calles tuvo repercusiones económicas, especialmente en los comerciantes del Viejo San Juan. Por eso, este fin de semana se hace un llamado a visitar los comercios del casco antiguo de la ciudad. Ir a gastar y a consumir en el Viejo San Juan.

Creo que todos los puertorriqueños creemos que el Viejo San Juan es “nuestro” lugar especial, nuestro lugar favorito, y sí, la ciudad amurallada es patrimonio nuestro y de la humanidad. Desde mi pequeñísima plataforma, me uno a ese llamado de ir a apoyar el comercio local de la ciudad. Por ello, por aquí les dejo algunos de mis lugares favoritos, y algunos nuevos que he conocido hace poco.

¡Disfruten nuestro Viejo San Juan!

*Esta lista no está en ningún orden particular.

1- Los Castillos – Los fuertes de San Felipe del Morro y San Cristóbal son sin duda una parada obligada para los turistas. Si vives en la isla, ¿hace cuánto no les das una visita? El Morro abrió un camino que ahora conecta con el Paseo de la Princesa. Si no has hecho esa caminata, te la recomiendo. Si tienes niños, compra una chiringa (cometa) y aprovecha los alrededores del Morro. Cerquita hay restaurantes, cafés y museos.

 

 

2- Las iglesias – Si me lees con frecuencia, sabes que me encantan las iglesias y el arte religioso. En ese sentido, el Viejo San Juan tiene varios tesoros que puedes visitar (la histórica Iglesia San José permanece cerrada por necesarios trabajos de restauración). La Catedral Metropolitana Basílica de San Juan Bautista (sí, ¡su nombre completito!) es la sede de la Arquidiosesis de San Juan, es el lugar donde descansan los restos mortales de Juan Ponce de León y cuenta con la primera reliquia que nos obsequió El Vaticano, San Pio. Cuando era niña, me encantaba ir a verlo (sí, era morbosa desde niña).

En la Calle San Francisco puedes encontrar la Parroquia San Francisco de Asís. Construida en 1876 por monjes franciscanos, la iglesia tiene su propio cementerio en la parte de abajo y hay misa en horario regular todas las semanas.

La Capilla del Santo Cristo de la Salud es una absoluta joya arquitectónica, con pinturas de Campeche, trabajos de orfebrería, solo la encuentras abiertas algunas horas en día de semana por su frágil estado, pero vale la pena entrar a verla.

 

 

 

 

 

3- Shopping! El Viejo San Juan tiene excelentes joyerías y artesanías, y aunque la verdad yo no soy la más shop-a-holic del mundo, sí hay algunas tiendas que son mis favoritas, aquí a continuación.  En la Calle O’Donnell hay una tiendita llamada Eclectica.

 

 

 

 

 

Ahí compré mi abanico de mano y la carterita donde cargo mi dinero y mi licencia (¡importante!). Venden accesorios personales y para el hogar (cojines, adornos) y, además, son cat lovers como yo. La dueña es una muchacha joven, encantadora. Date la vuelta.

Otra tienda que me encanta está en la Calle de la Cruz, cerca del supermercado Supermax y frente a Marshall’s, The Poet’s Passage. Hacen lecturas de poesía, venden artesanías y también son cat lovers. Ahí puedes comprar el calendario de Save-a-Gato. Y una experiencia un poco diferente la tendrás en la boutique de la diseñadora puertorriqueña Lisa Capalli.

 

 

 

 

 

Siempre he dicho que la única razón por la que me casaría de nuevo sería por usar un vestido de Lisa… su boutique con sus bellas creaciones también está en la Calle O’Donnell frente a la Plaza Colón, diagonal al Teatro Tapia.

4- Restaurantes – Demasiadas opciones para recomendar a ciencia cierta alguno, pero les cuento a los que he ido recientemente. En la Calle Recinto Sur hay muchas opciones, criollas e internacionales. A los turistas les gusta mucho Raíces (siempre está repleto); a mi me gusta mucho Mojito’s, la comida criolla sabe realmente “home made”. Con mis sobrinos estuvimos hace poco en Ajo del País, en la Calle San Francisco. ¡Excelente mofongo!

 

 

 

 

 

Vas a ver los plátanos desde la calle. En la misma calle está el Chocobar Cortés, interesante concepto donde casi todos los platos tienen chocolate.

Te recomiendo probar el chocofrío que es una batida… ¡rico rico! La Bombonera, también la Calle San Francisco es un clásico sanjuanero. Disfruta una mallorca con mucha mantequilla, un buen café o un jugo de china (naranja) natural. En San Juan hay excelentes cafés (“coffee shops”) donde puedes cogerte un descansito y degustar un buen café puertorriqueño. Café Cuatro Sombras, Café Cialitos, y mi favorito, Caficultura, con buen café y perfecto para almuerzo o brunch. Como yo siempre pienso en comer, no dejen de darse la vuelta por Señor Paleta en la Calle Tetuán, paletas de sabores únicos y hechas con frutas frescas.

4- Drinks!- ¡Como con los restaurantes, demasiadas opciones para mencionar! ¡Mi recomendación de “DON’T MISS IT!” es La Factoría en la Calle San Sebastián, nombrada por varios años consecutivos como una de las 50 mejores barras del mundo (sí, ¡del mundo mundial!). Lo que recomiendo es hacer “bar hopping” en esta área. ¡Lo vas a pasar súper!

5- Hangueo – Esto depende de tu gusto particular, claro está, pero uno de mis lugares favoritos para ir en El Viejo San Juan es el Callejón de la Tanca.

 

Los domingos desde temprano en la tarde vas a encontrar música en vivo, cervecitas frías, tragos a buen precio, con jugos naturales, cigarros “hand rolled”, frituras típicas de la isla. En el bar La Vergüenza probé por primera vez una empanadilla de corned beef… ¡wow, mi vida cambió! Los Antojitos del Callejón tiene unas alcapurrias gigantes y otras delicias. Bomba, salsa y plena, depende del día, para mi es parada obligada. Para algo un poco más relajado, Birra y Empanadas en la Calle de la Cruz tiene los tragos premium a $5, happy hours en cervezas locales y, por supuesto, empanadas. Para los gustos más refinados, The Cannon Club en la hospedería The Gallery Inn, es una experiencia única.

Con entrada por la Calle Norzagaray o la San Sebastián, aquí podrás disfrutar conciertos de piano a diario, conciertos de jazz, cantantes clásicos, pide un buen old fashioned. La visita vale la pena solo por conocer el salón que alberga los enormes pianos Steinway que engalanan su centro.

6- La Perla – Antiguamente a la gente le daba terror bajar al enigmático barrio sanjuanero. Con los años eso ha cambiado bastante. A los turistas no les recomendaría ir solos de noche, siempre hay que tener sentido común cuando uno viaja, pero gracias al trabajo que se ha hecho por eliminar el estigma a esta comunidad y en parte gracias al éxito que tuvo el video de Despacito, filmado aquí, eso ha cambiado muchísimo. Hay un paseo peatonal con una vista impresionante al mar, puedes apreciar el arte urbano, la bandera gigante de Héctor PR del proyecto 78 pueblos, 1 bandera, la famosa piscina / skate park del “bowl”.

 

 

 

 

En La Perla puedes también comprar frituras, jugar dominó, darte unos drinks en el bar La 39 y conocer otra cara del Viejo San Juan.

El Viejo San Juan tiene tanto que ofreces a turistas y locales, puedes pasear por el muelle de cruceros que lo tienen muy bonito, por ahí puedes comprar dulces típicos y souvenirs y caminar desde Bahía Urbana. La Plaza del Quinto Centenario, el cuartel de Ballajá que alberga el Museo de las Américas y el Cinema Bar, que también es un spot bien chévere con cine y restaurante. Cerca también hay artesanos, más barras y restaurantes. La Puerta de San Juan creo que es algo que nosotros damos por sentado, pero es un lugar realmente impresionante. Cómete un límber en la Caleta de las Monjas frente a la estatua de La Rogativa. Cena en El Picoteo en el hermoso Hotel El Convento. Para realmente adentrarte en la antigua ciudad, quédate un fin de semana en uno de sus hoteles boutique y vive como un local de verdad por unos días. En fin… Viejo San Juan es de todos, este fin de semana, dale una visita, tómate muchas fotos (prometo que no nos vamos a cansar de verlas), regálale un “tag” a los lugares que visites: siempre hay uno que no conocemos y podemos descubrir. Nunca me canso de recorrer sus callecitas adoquinadas, descubrir algún balcón que no había visto, perderme en su historia. Este fin de semana, hazlo tú también.