“Puerto Rico se levanta”. Ese fue el hashtag que por meses nos daba un rayito de esperanza a los consabidos residentes de la diáspora boricua. Y aunque le sigo teniendo aprecio a la frase, me consta que cuando llegó febrero y aún los abuelos de mi hijo en Ponce no tenían electricidad, cuando a todos estos meses aún se nos hace difícil comunicarnos con mi tío en Guayama porque rara vez hay señal, cuando se va la luz y todas mis amigas sufren ataques de ansiedad, llega un momento que los residentes de mi amada isla empiezan a preguntarse, ¿cuándo diablos es que se va a levantar?! Acabo de llegar de Puerto Rico. No, no todo está “normal”. Todavía hay semáforos sin luz y ya la gente ha olvidado la cortesía de los primeros días cuando cedían el paso a otros carros. Miles de puertorriqueños se han ido de la isla desde el paso del huracán innombrable, pero los carros parece que los dejaron corriendo con AI, porque los tapones siguen igualitos que siempre. En mi visita anterior a la isla, en noviembre, fui a llevar algunas donaciones recogidas en Miami y a ver mi tío. Esta visita fue puramente egoísta. Tenía un bautizo al cual quería ir. Extrañaba a mis amigas. Estaba un poco “depre” en Miami así que me fui unos días a recargar baterías, como dicen. Y esta canceriana no recarga el espíritu mejor que en su propia tierra. Sí, encontré muchos huecos en la calles, algunas calles aún muy oscuras (en esta visita no salí del área metro), tapón, algunos hotels cerrados aún. ¿Pero saben qué encontré también? El mismo amor que me recibe siempre de mis amigos. El mismo cariño del señor de la plaza de mercado que lleva años haciéndome batidas de papaya. ¡Tragos baratos! Nada de los martinis de $18 que son uso y costumbre en Miami. Cerveza local a $1; ¡”shots” de pitorro de coco también a $1! Restaurantes abiertos con empleados amables y la misma comida espectacular de siempre. Noches de bohemia en lugares que han estado abiertos casi desde el principio de todo esto, con talentosos cantautores locales. Unas locas marejadas que parecían de tsunami que no me dieron chance de meterme a la playa, pero también cine local en las salas de cine. Amigos produciendo comerciales localmente, generando trabajo. Las personas resilientes de Puerto Rico continúan uniéndose en un esfuerzo titánico para reconstruir nuestra devastada isla después de recibir la peor destrucción que el huracán tuvo con cualquiera de las islas del Caribe. Pero Puerto Rico es como bien la describe la canción: “preciosa… por ser un encanto, por ser un edén”. Por eso, ya de regreso, les quiero contar cómo pienso que podemos seguir ayudando a nuestra Isla del Encanto.
Me tocó ver la ceremonia de los premios Oscar allá. Okey. Parte de la ceremonia porque me dio sueño ya al final, pero en esa alfombra roja vimos a un elocuente Lin-Manuel Miranda decir: “Mantengan a Puerto Rico en la conversación. Sé que no hay escasez de cosas en las noticias, pero mantengan a Puerto Rico en sus corazones. Si puede ir a Puerto Rico en sus próximas vacaciones, los hoteles están abiertos. El turismo es la sangre de vida de Puerto Rico. Gaste dinero allá…”.
Algunos de los hoteles de Puerto Rico están uniendo recursos de ayuda que ofrecen a los turistas una nueva forma de ayudar y reconstruir, ofreciendo oportunidades de voluntariado. Durante esta temporada de Spring Break, de vacaciones de Semana Santa, piense en donar. Aquellos que disfrutan viajando mientras hacen buenas obras serán bienvenidos con los brazos abiertos en nuestra isla paradisíaca y tropical. Las oportunidades son ilimitadas y el personal de su hotel y hasta Airbnb lo puede ayudar a encontrar la manera de asociarse en el esfuerzo de reconstrucción, ya sea en un parque local, un sitio histórico o distribuyendo suministros médicos. Está Habitat, Techo, entre otras. Las opciones son muchas y variadas y ofrecen una excelente manera de ayudar. Y créanme, nos ayudamos nosotros mismos…
Lo mismo lo pueden aplicar a las Islas Vírgenes, también duramente afectadas no solo por María sino también por Irma. Yo fui de voluntaria a Key West, en un proyecto cultural, después de Irma, para mostrar que la isla estaba lista para recibir visitantes. Ha sido de las experiencias más gratas de mi vida.
Concretamente, ¿cómo puedes ayudar?
Un viajero puede sentirse intimidado ante estas situaciones, pero hay muchas maneras en que pueden ofrecer ayuda a quienes viven en las islas. Cinco maneras sencillas en que puede ayudar:
Done Efectivo a Fondos de Ayuda:
Sí, todos le tenemos terror a la corrupción que ha caracterizado nuestra política. Pero las donaciones monetarias pueden ser de gran ayuda para apoyar los esfuerzos de ayuda y reconstrucción. Además de ofrecer una deducción de impuestos en ciertas situaciones, muchas organizaciones legítimas sin fines de lucro aceptan donaciones con tarjeta de crédito o PayPal, lo que le permite ganar puntos de viaje y millas con tarjetas de crédito mientras ayuda a otros que están en extrema necesidad. Mi recomendación, busque una causa cercana a su corazón y done directamente. Un problema inmenso que ha surgido es el de mascotas abandonadas a su suerte. Done a un Santuario, a un rescatista. Puedo recomendar el Santuario San Francisco de Asís, de donde adopté a una de mis hijas gatunas. Hay muchos más necesitando ayuda monetaria.
Antes de hacer cualquier donación, asegúrese de hacer la diligencia debida para asegurarse de que su dinero ayude a su causa seleccionada. Charity Navigator proporciona recursos y calificaciones de organizaciones benéficas, lo que otorga claridad antes de hacer una donación monetaria.
Donar suministros a organizaciones de ayuda:
Si bien el efectivo puede ayudar con las necesidades inmediatas, los suministros físicos también tienen una gran demanda ya que hay residentes de lugares remotos aún en muchísima necesidad. Puerto Rico es pequeño, pero tiene una topografía montañosa, complicada, y no todos los lugares son faciles de alcanzar. Se sigue necesitando, aunque no lo crean, agua embotellada, pañales, alimentos enlatados, bolsas de basura, toallas, comida para mascotas y medicamentos de venta libre.
Done millas de viajero frecuente para apoyar el trabajo de otros:
Puede que el efectivo y los bienes sean las donaciones preferidas de las organizaciones de socorro, pero las millas de viajero frecuente pueden ayudar a transportar trabajadores calificados y voluntarios para el proceso de reconstrucción. Los cuatro principales operadores estadounidenses: American Airlines, Delta Air Lines, Southwest Airlines y United Airlines, todos permiten que los viajeros frecuentes donen sus millas directamente a organizaciones sin fines de lucro en incrementos de 1,000 millas.
Haga un viaje de Voluntariado:
No se imaginan la cantidad de amigos y conocidos acá en el “main land” que me han preguntado “Si voy allá, ¿qué puedo hacer?”. ¡Puede hacer mucho! A medida que todo va volviendo a la ansiada “normalidad”, se necesitan trabajadores calificados y voluntarios para ayudar a los esfuerzos de reconstrucción ahora y en el futuro inmediato. Una de las mejores maneras de sacar sentido a este tipo de viaje es combinar la experiencia de voluntariado junto con sus próximas vacaciones. Por lo tanto, los “voluntourists” – los viajeros que deseen visitar un lugar nuevo mientras ayudan a la población local – tendrán una gran demanda a medida que las islas se estabilicen lentamente.
Hay muchas organizaciones que ofrecen oportunidades de voluntariado para aquellos que desean ver nuevos lugares y dejar su destino en mejores condiciones. El capítulo de Puerto Rico de Organizaciones Voluntarias Activas en Desastres (VOAD, por sus siglas en inglés) está activamente reclutando voluntarios, y se pondrá en contacto con personas que tienen habilidades que coinciden con sus demandas a medida que surgen. Al igual que con cualquier donación, asegúrese de comprender la obligación que se requiere antes de ofrecerse como voluntario para un viaje, así como también la forma en que la organización organiza los viajes. Creo que no hay ayuda pequeña. No tiene que ser arquitecto para ir a construir casas. Puede donar su tiempo a un hogar de niños o de ancianos. Puede llevar toldos a hogares que aun a estas alturas están sin techo. Los padres de un amiga y colega perdieron su casa, completa. Pero ya empezaron a reconstruir. Ayude a una familia que lo necesite. Una persona puede hacer la diferencia -aunque le suene a cliché.
¡Viaje a Puerto Rico!
Creo que esta es la forma más fácil -y placentera. El turismo.
Si donar dinero, bienes o ser voluntario no es suficiente, el turismo también puede proporcionar un impulso muy necesario después de que las islas se hayan reconstruido. De acuerdo con el Consejo Mundial de Viajes y Turismo, los viajes agregan $ 2.7 mil millones a la economía cada año, mientras que apoyan directamente a más de 20,000 empleos.
Aún hay problemas y todo no está al 100%, pero creo fielmente que Puerto Rico y el Caribe sí se levantan. Ve a verlo por ti mismo.
Si quieres donar al Santuario, incluyo su información
SASFAPR
787-612-8587
http://www.sasfapr.org
info@sasfapr.org
PO Box 538 Boquerón, PR 00622-0538
Puedes hacer tu donación para ayudar a todos los seres maravillosos que viven en el santuario de varias formas:
1) Por ATH Móvil al 787-612-8587
2) A través de PAYPAL al email info@sasfapr.org