El año pasado fui voluntaria docente en los tours de casas históricas de Key West. Me tocó una encantadora casa de arquitectura victoriana, como se ven muchas en la isla, en el Caribe y en el sur de Estados Unidos. Las reglas de preservación de Key West obligan a mantener la fachada y los colores históricos y así era esta casa, cuyo dueño era un coleccionista de arte, así que parte de mi trabajo era describir las obras que había en la sala. La pieza más sorprendente era un auto-retrato de Tennessee Williams. Y sorprendente porque no sabía que la pintura fuera uno de los pasatiempos del escritor. Williams escribió Un Tranvía llamada deseo precisamente en Key West, así que su legado vive en la isla. El dueño de la casa había sido rey de Fantasyfest, un personaje colorido con miles de historias para contar. Y es que Key West es famosa por sus residentes, pasados y presentes, excéntricos, extravagantes, bohemios, artistas y literatos.
Pero uno de sus residentes más famosos (o infames) tiene aproximadamente 115 años, se viste de marinerito y está relleno de paja. El muñeco Robert ha alcanzado fama mundial y con ella, miles de visitantes han llegado hasta Key West a conocerlo. Pero ¿qué hace a Robert tan famoso? Les cuento. He visto a Robert dos veces. No me parece que me haya perseguido con los ojos de botón como dice mucha gente, pero sí me parece que el museo que lo alberga, el Fuerte East Martello, cuya construcción data de la Guerra Civil de Estados Unidos, tiene un ambiente… raro. Puede ser que ya uno conozca las historias legendarias del lugar y llegue predispuesto. O puede que haya un ambiente pesado allí. De Robert se dice que ha causado mala suerte, pérdidas de trabajo, huesos rotos, divorcios, entre otras desgracias. Según cuentan las historias en la isla, el joven Robert Eugene Otto, el niño a quien se le dio Robert como un obsequio, comenzó a culpar al muñeco de cualquier percance que ocurría en su casa. ¿Cómo llegó Robert a la vida del pequeño Gene?

Hay dos teorías sobre la procedencia de Robert, una más aceptada por residentes de Key West y estudiosos del tema. Hace aproximadamente 115 años, el muñeco fue fabricado por el Steiff Company en Alemania, el mismo fabricante de juguetes que creó el primer osito de peluche para el presidente Theodore Roosevelt. La Compañía Steiff ha afirmado que nunca se tuvo la intención de que Robert fuera un juguete sino que en cambio había sido fabricado como un maniquí para una vitrina. La forma en que terminó siendo vendido como un juguete sigue siendo un misterio, al igual que cómo terminó en manos de su dueño, el niño Robert.
La otra hipotesis en cuanto a su procedencia es la más aceptada por residentes y estudiosos del tema. Los creyentes en las habilidades sobrenaturales de Robert se adhieren a la versión más misteriosa. Que una sirviente de la familia Otto, una joven de ascendencia bahameña, preparó al muñeco con magia y vudú y se lo regaló al niño como represalia por las malas acciones contra ella por la familia Otto (fue despedida de su trabajo con la familia). Curioso que el pequeño Robert Eugene le pusiera su mismo nombre al muñeco.
Aquellos más escépticos pues están más inclinados a creer la versión “oficial” de los eventos, que el muñeco Robert fue comprado por el abuelo del niño Robert, quien lo trajo de regreso a los Estados Unidos y se lo regaló a su nieto.
Independientemente de cómo fue, el niño Robert, cuyo apodo era Gene, se “enamoró” instantáneamente de Robert. Se dice que lo llevaba a todas partes y lo vistió con su propia ropa, un traje de marinero que una vez había llevado de bebé.
Lo que la gente realmente recuerda y cuentan los récords históricos es que era una relación poco saludable. Le hablaba en primera persona como si fuera un ser vivo. Se dice que se les escuchaba “conversando” y le compró muebles miniatura, para su tamaño. Robert tiene la altura de un niño promedio de cuatro años.

Cosas extrañas comenzaron a suceder en la casa Otto. Las cosas se movían por su cuenta y como decía, Gene culpaba a Robert de todo lo que sucedía. Gene Otto creció, se convirtió en un pintor reconocido de Key West, se casó y regresó a vivir a la mansión victoriana que había sido la casa de sus padres, localizada en la Calle Eaton. En esta casa, volvió a su extraña relación con Robert, ya siendo un adulto casado.

Robert tomó una posición permanente en una silla frente a una ventana en el piso de arriba de la casa, donde la gente de la calle podía verlo. Aunque la intención de la ubicación fue un tanto graciosa, las personas que pasaban pronto empezaron a evitar pasar por la casa. Juraban que el muñeco desaparecía y reaparecía en otro lugar o que su mirada los seguía cuando pasaban frente a la casa. Incluso la esposa de Gene, Anne, decía que el muñeco la ponía nerviosa y finalmente lo relegó a la reclusión en el ático.
La casa de la familia Otto sigue estando en Key West, y ahora funciona como un ‘bed & breakfast’, y el ático donde Robert se sentaba es una de las suites del hotel. Los visitantes de The Artist House aseguran que oyen pasos desde la habitación donde estaba sentado Robert, y que las cosas parecían moverse por la casa por su cuenta, sin ninguna explicación.
- The Artist House, en la Calle Eaton, hoy día un B&B, una vez la casa de la familia Otto.
Tras la muerte de Gene, quien está enterrado en el Cementerio de Key West, en 1974, Anne dejó por fin la casa. La presencia de Robert siempre le inquietó. Su esposo se encerraba horas a pintar, acompañado por el muñeco, y de nuevo se decía que se les escuchaba “conversar”. La mansión se vendió y una nueva inquilina se mudó a la casa, una mujer llamada Myrtle Reuter. Reuter llegó a ser propietaria de algunos objetos de la casa, incluido Robert. Durante 20 años vivió en la casa con Robert, y durante 20 años, movimientos y sonidos inexplicables provendrían de la habitación del ático. Se dice que su hija también llegó a culpar al muñeco por incidentes en la casa. Finalmente, lo donó en 1994 al Fort East Martello Museum, citando solo una razón para su donación: que el muñeco estaba embrujado.
El museo se hizo cargo del nuevo inquilino, suponiendo que las afirmaciones de Reuter eran solo locuras de una señora mayor. No lo pusieron en exhibición inmediatamente, sino que lo mantuvieron en un almacén hasta que pudiera ser incorporado a las exhibiciones permanentes del fuerte. Sin embargo, casi tan pronto como llegó, también lo hicieron numerosos visitantes que querían verlo. A pesar de que no se publicó en ningún sitio que Robert estaba ahora en el museo, la gente de alguna manera se enteró de que el fuerte tenía una pieza que se decía, estaba embrujada. También empezaron a llegar cartas de personas que pedían perdón a Robert u ofrecían disculpas por faltas de respeto que habían tenido con el. Se dice que Robert puede causar años de mala fortuna si no se le trata como el entiende que es la manera correcta. Hay cientos de estas cartas en exhibición en el museo.
Finalmente, el museo apaciguó a sus visitantes y exhibió al misterioso muñeco. Hoy, Robert se sienta a salvo detrás de un vidrio, rara vez se saca de su estuche. A veces es llevado al antiguo edificio del correo para ser exhibido allí (yo nunca lo he visto fuera del fuerte). La gente lo visita a diario, con la esperanza de verlo en movimiento. Aún afirman que las cámaras funcionan mal en su presencia y que los dispositivos electrónicos se vuelven locos.
Lejos de desterrar a Robert a la oscuridad, su llegada al museo marcó un punto de inflexión para el. Desde que llegó, visitantes han acudido para ver al travieso -algunos dicen que maléfico, muñequito. La primera vez que estuve en East Martello, un guía me contó que en varias ocasiones habían llegado en la mañana a abrir el museo y encontraban huellitas de polvo en el piso, cerca de la exhibición de Robert y a través del museo. Ha aparecido en programas de televisión, se ha fotografiado su aura (sí, se dice que tiene aura), te llevan a verlo en varios tours de fantasmas y ha inspirado una película de terror (¿pueden adivinar cuál?). Tiene una entrada en Wikipedia y cuentas en redes sociales. Los fanáticos pueden comprar réplicas de Robert, libros, camisetas y otros souvenirs. Le escriben disculpándose por imprudencias en visitas pasadas.
En el episodio 1 de la primera temporada de Deadly Possessions, un spin off del programa de The Travel Channel, Ghost Adventures, Zak Bagans se pone cara a cara con Robert, y esta no es la primera visita que le realiza. Cuéntame, tú ¿te hospedarías en The Artist House? ¿Crees en fantasmas?